Dedicaste mucho tiempo a escribir. Quizás años. Te encontrás frente a la culminación de un proceso muy largo en donde dejaste todo: tus sentimientos, expectativas, tu habilidad… En ese momento te encontrás con una realidad un tanto incómoda: el libro tiene que salir de su zona de confort y darse a conocer al mundo, es decir, realizar la revisión de un texto literario. La narración queda expuesta a los ojos críticos de los demás, algo que tarde o temprano iba a suceder.
Aunque es necesaria, esta etapa tiene que contar con ciertos recaudos. Si bien intuitivamente nos gusta compartir los resultados de nuestro trabajo con nuestra mamá, hermanas, pareja o amigas, es necesario saber que no todas las personas están preparadas para dar una devolución válida.
Una gran parte de nuestro entorno (desgraciadamente) no está interiorizado en la narrativa, quizás por desinterés o porque perdieron la costumbre hace muchos años. Es posible que lean, pero casualmente no lo hacen en el género que escribiste o simplemente no saben dar una opinión constructiva.
Lo que pareció inicialmente una buena idea de revisión de un texto, rápidamente puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza y desmotivación. Por esta razón, vamos a analizar a detalle qué sugerencias podrías tomar para este momento y qué perfiles pueden ser válidos si estás buscando un feedback de utilidad.
La complejidad de entender tu narración
Podría afirmarse que existen tantos estilos narrativos como escritores hay en el mundo. Los mismos pueden agruparse en distintos géneros, teniendo en cuenta las características que definen su argumento. Por ejemplo, un relato de ficción tiene diferencias sustanciales con una narrativa lírica o poética, ya sea por su extensión o por el objetivo que busca cada lectura.
Esto ayudó a que muchas personas pudieran interiorizarse en la lectura dependiendo de su personalidad e intereses. Algunos tienen más afinidad por los cuentos o fábulas porque no les agradan las tramas que se extienden demasiado en el tiempo. Otras disfrutan de narraciones complejas donde profundizan mejor en los personajes y descubren sus interrelaciones.
Pero, ¿qué relación existe entre lo antes mencionado y el feedback de lo escrito?
La razón es sencilla: el género que decidiste escribir está cumpliendo con una segmentación de lectores. En otras palabras, le parecería interesante a un grupo determinado de lectores. No obstante, esto no quiere decir que la narrativa sea aburrida, sino que resulta atractiva a personas que comparten gusto e interés por su temática en particular.
Esto puede ilustrarse mejor si citamos algunos ejemplos:
Supongamos que terminaste de redactar tu libro de poemas, el cual dedicaste con mucho esmero hasta llenar un cuaderno de tamaño considerable. Revisaste cada detalle y tomaste coraje para que alguien los leyera. Sin embargo, cayó en manos de un lector empedernido de novela policial. A pesar de que está interiorizado en la escritura, no comprendió bien la estructura de los poemas y sus analogías en el momento de la revisión de un texto. Apenas llegó a la mitad del cuaderno, no pudo continuar y abandonó esta actividad, lo cual generó mucha desilución.
Visto desde otra perspectiva, podrías imaginar que ese mismo libro lo presentaste a tu mamá. Ella no acostumbra a leer, pero tiene mucho interés en que continúes escribiendo porque le gusta verte disfrutando de esta tarea. Apenas llegó el libro a sus manos, comenzó a leer cada poema hasta llegar al final. A pesar de que ella percibió un vocabulario un poco complejo en el cuaderno, ella comentó entusiasmada que le gustó mucho y fue el mejor libro de lírica que haya leído. Su intención claramente fue buena, pero su inexperiencia quizás no le permitió detectar aspectos de la coherencia, cohesión o distribución de los poemas.
Quizás podría mencionar muchísimas otras situaciones, pero con éstas dos es suficiente para que puedas llegar a la conclusión sobre la importancia de encontrar alguien que pueda revisar tu narración con cierto criterio dependiendo de su género o estilo.
Recomendaciones para obtener un buen feedback de la revisión de un texto literario
Si estás convencida en que alguien revise tu libro o redacción, tendrías que saber algo: la literatura está llena de arbitrariedades, caprichos y talentos muy diversos. Saber esto es importante porque toda revisión de un texto tiene como ingrediente la subjetividad y perspectiva personal de quien está leyendo. Es probable que no existan dos lectores que lean un relato de la misma manera.
Tal como si trabajáramos con arcilla, todo puede servirnos para ir moldeando su forma y, si es necesario, modificar o añadir un acabado que no encajaba bien con lo que buscábamos. Una devolución bien intencionada y constructiva entiende esto. Es por esta razón que un buen entendedor jamás podría decirte que todo tu texto está mal, o no es interesante bajo ningún punto de vista.
El feedback tiene que tener como objetivo orientar al redactor, entendiendo que el texto tiene sus fortalezas y debilidades. Fragmentos que pueden cambiarse o mejorarse, o estilos que pueden repetirse para potenciar el impacto de una escena o sentimiento que buscamos evocar.
En mi experiencia, todas las narraciones originales merecen una oportunidad, pero resulta absolutamente necesario que alguien pueda revisarlo previamente para detectar errores que no fueron percibidos por su creador o creadora. Por mencionar algunos ejemplos, pueden ser los saltos temáticos que complejizan la lectura o palabras que se repiten a modo de “muletillas”. Si la persona está interesada en tomar esta recomendación, puede perfeccionar su narrativa, logrando una trama excelente y atrapante.
En definitiva, una devolución que sea útil tiene que tener algunos ingredientes específicos que están encaminados a fortalecer y no a desechar. Si estás atravesando esta etapa tan especial, la recomendación es que busques a una persona que entienda a profundidad tu estilo literario, y tenga experiencia en la revisión de textos. No olvides aclarar tu objetivo, ya sea publicar, participar de algún concurso o simplemente, guardarlo en tu biblioteca.
Manejando la frustración en la revisión de tu texto literario
Es indudable que en nuestros textos dejamos todo: abrimos nuestro mundo interior y lo plasmamos en una hoja, con más o menos experiencia en la forma de expresarnos. Dependiendo de nuestra personalidad, podemos ser más o menos abiertas a la posibilidad de corregir. Cuando alguien revisa estos renglones, puede hacernos ver que quizás habrían aspectos que tenemos que cambiar o lo que creíamos bien realizado, en realidad tenía errores.
Si somos demasiado perfeccionistas, puede resultar duro y desmotivador escuchar un feedback, momento en el cual empezamos a cuestionar el texto en su totalidad. Por esta razón debes considerar cierta preparación mental cuando decidas entregar tu narrativa a alguien, previendo las probabilidades casi inevitables de que existan detalles que no le resultaron del todo correctos.
Otro aspecto fundamental es entender el hecho de que no todas las personas van a tener afinidad por los textos. Como había comentado anteriormente, esto es sumamente subjetivo y no necesariamente refleja la realidad de todos tus lectores. Esta situación es un común denominador en muchos autores, algunos muy famosos, que fueron rechazados una y otra vez por las editoriales donde presentaban sus libros.
J.K Rowling, la autora de la famosa saga de Harry Potter, fue rechazada por 12 editoriales antes del rotundo éxito de sus libros. ¿Qué hubiera sucedido si al recibir estas respuestas negativas hubiera abandonado? Probablemente miles de adolescentes no hubieran descubierto su primer libro que los introdujo en la lectura de ficción y otro tanto de fanáticos de la literatura fantástica nunca hubieran escuchado hablar de su historia.
La frustración puede ser parte de nuestra experiencia como escritoras, pero no debe ser algo que domine nuestras decisiones y ataque nuestra autoestima. Entender esto es importante como filosofía de vida, y probablemente aplica a todos los proyectos que decidas emprender.
Conclusiones
Si decidiste emprender el camino de la escritura, seguramente descubriste que es un camino plagado de experiencias. En algún momento, este trabajo inicialmente interno llega a ojos de uno o varios espectadores que van a darnos un veredicto de lo que narramos. Si lo que buscamos es perfeccionar nuestro texto, es fundamental que cuentes con los recursos necesarios y puedas planificar correctamente quiénes pueden darte una opinión mucho más productiva.
La lectura es un proceso único que no compartimos y existen tantos puntos de vista como lectores. Lo que para algunas personas resulta un cuento aburrido, para otros puede ser algo sumamente intrigante. La subjetividad juega un papel fundamental y por esta razón no podemos tomarla como una verdad fundamental en la revisión de un texto.
Lo importante es que esto pueda servirte para aprender, y por sobre todo, disfrutar de esta actividad. El proceso es una oportunidad invaluable para aprender y mejorar. ¿De qué servirían los feedback si no fueran para perfeccionarnos y lograr que nuestra narración encuentre su esplendor?
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