7 frases de la escritora argentina Sara Gallardo

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¿Cuánto sabés sobre la escritora argentina Sara Gallardo?

Una autora como pocas de su época, aunque poco valorada por el canon literario de aquel entonces. Sara Gallardo, tras muchos años después de su muerte, fue considerada una “escritora de culto” y sus obras fueron valoradas sin que ella pudiera saber sobre ello. Sin embargo, su lucha por la reivindicación del movimiento feminista, la crítica académica y su trabajo fueron un legado importante para toda una generación posterior de escritoras. 

Algunas de sus obras más relevantes son Enero (1958), Los galgos, los galgos (1968), Eisejuaz (1971) y La Rosa en el viento (1970). De muchas piezas únicas en la literatura, encontramos muchas frases memorables que nos invitan a reflexionar, y a ver una realidad distinta más allá de las palabras. 

Las 7 frases de Sara Gallardo

¿Buscas inspiración para tus trabajos de escritura? Entonces busca un lápiz y un papel, porque vamos a destacar las mejores frases de esta increíble autora.

“Procura no morirte. A la tarde te ayudaré.”  Eisejuaz (1971)

“Allá el ruido de los blancos termina con nuestro alimento. Y aquí nos alimentamos de peste y de miseria.”  Eisejuaz (1971)

“Demasiado orgulloso, muy soberbio seco así como estás. Para jefe naciste, nunca serás jefe; para fuerte y estás sin fuerza; rico fuiste, con bicicleta, y nada te queda. Mujer tuviste y se murió. ¿Adónde querés ir?”  Eisejuaz (1971)

“Porque no se puede volver atrás, el tiempo viene y todo crece, y después de crecer viene la muerte. Pero para atrás no se puede andar.”  Enero (1958)

“Las cicatrices, de pelo retinto y más corto, quedaron para siempre. Y la arrogancia también. ¿Que por qué no hablo del bayo? Porque ya se sabe que los buenos y los humildes no tienen historia.”  Los galgos, los galgos (1968)

“Respira profundamente, y el miedo que la oscuridad mantuvo encerrado bajo la piel, sale por sus ojos en la mirada que reconoce objetos y distancias” Enero (1958)

“¿Qué es el día, qué es el mundo cuando todo tiembla dentro de uno?” Enero (1958)

Como podemos notar, Sara Gallardo reúne elementos como la poesía y la narrativa en un texto fresco y atrapante. Sin dudas, una fuente enorme de inspiración que nos mueve a pensar y expresarnos a través de la palabra.

¿Quién era Sara Gallardo?

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Sara Gallardo era hija del historiador Guillermo Gallardo, nieta del célebre científico y ministro Ángel Gallardo. También fue bisnieta de Miguel Cané y tataranieta de Bartolomé Mitre. Su familia le inculcó la curiosidad por el conocimiento desde muy temprana edad, por lo que tuvo un acceso muy temprano a la literatura. Esto pudo notarse en su posterior profesión, al igual que sus hermanos: la editora Marta Gallardo, y el periodista Jorge Emilio Gallardo. 

Sara viajó mucho a lo largo de su vida, lo cual enriqueció mucho su forma de ver el mundo y su enorme sensibilidad: América, Europa, Cercano Oriente… Y la lista continuaba. También fue colaboradora en medios de prensa, como el diario La Nación y revistas como Confirmado y Primera Plana, entre muchos otros. 

Después de 1975, su segundo esposo falleció y desde ese entonces decidió establecerse en Córdoba junto con sus hijos, en una casa que fue ofrecida por el escritor Manuel Mujica Lainez. Durante esta época aprovechó para recorrer España, Suiza e Italia. No obstante, a su regreso, falleció de un ataque de asma a los 57 años, en la provincia de Buenos Aires.

Lamentablemente, muchas ideas quedaron en el tintero, y jamás llegaron a conocerse.  Después de algunos años después de su muerte, sus libros parecieron haber quedado ocultos bajo un manto de olvido. No obstante, con el tiempo, generó un interés renovado y aparecieron nuevas ediciones, estudios académicos y artículos periodísticos que volvieron a darle vida a sus obras.

Si bien en su momento no fue valorada, nadie como ella podía describir ciertas situaciones, y sugerir emociones, las cuales los lectores podían incorporar como propias. Es por este motivo que no demoró en volver a aparecer en el centro de las opiniones y del mundo literario. 

María Sonia Cristoff, escritora y experta en narrativa, afirmó lo siguiente:

“La prosa de Sara Gallardo no es solamente impactante por la ‘calidad poética’ que suelen remarcar los espíritus amantes de las bellas letras sino, como sucede cuando hay un escritor, por la toma de partido implícita: su literatura en grageas como respuesta, como contrapartida frente a cualquier forma de realismo mimético y ramplón.”

Podés conocer 3 datos de la escritora argentina Sara Gallardo en este video.

Sobre las obras de Sara Gallardo

Más allá de las frases de la escritora argentina Sara Gallardo, quiero compartirte algunas sinopsis de sus obras por si estás buscando un libro para leer en tu próximo rato libre. Te recomiendo algunas de sus obras a continuación:

Eisejuaz (1971)

Se trata de una novela donde encontramos los personajes más enigmáticos e inolvidables de la literatura latinoamericana. En esta obra de Sara Gallardo, encontramos a un indio Mataco que escucha la voz de Dios en una lagartija y luego renuncia a todo hasta llegar a sufrir consecuencias desastrosas para su comunidad. De esta historia emergen relatos de los distintos paisajes del norte argentino y el mundo indígena, el cual fue arrasado por el extractivismo.  

La obra Eisejuaz logra mostrar otra cara del cristianismo con una cosmovisión en la que Dios tiene un rostro animal, curiosamente solitario. Para lograr estas magníficas descripciones, Sara se basó en sus viajes a Salta en 1967, viaje que la motivó a buscar historias para la columna en un semanario.  Durante esta travesía, tuvo la oportunidad de conocer a un Wichi Lisandro Vega, con quien pasó muchas horas conversando y descubrió el mundo que posteriormente le daría vida a esta obra. 

Los galgos, los galgos (1968)

Esta ficción proyecta el fin del ciclo de las novelas rurales y logra un giro formal que introduce al lector en un universo con personajes que se profundizan de forma perturbadora, a la vez que de inolvidable. Julián, el personaje de esta novela, hereda un paraíso natural denominado “Las Zanjas” luego de la muerte de su padre. Este sitio estaba custodiado por Corsario, el galgo gris, y Chispa, la compañera dorada que habían elegido para él. 

El personaje y su novia construyen su casa, plantaron árboles y andaban a caballo sin sospechar sobre el mal que anidaba dentro de cada uno de ellos. Su personalidad sensible, pero indolente, lleva a Julián a debatirse su misión en el mundo que no parecía tener lugar para él, mientras el tiempo corría vertiginosamente, tal veloz como sus amados galgos. 

Enero (1958)

Esta obra logra retratar una estancia en el campo argentino habitado por una familia, quienes son los protagonistas de la narrativa. Nefer, la adolescente que ocupa el centro de esta obra, es presa de la angustia y no puede dar cuenta de lo que sucede a su alrededor. Ciertamente, guarda un secreto que la consume lentamente: había sido violada por un trabajador local, y quedó embarazada. Temía que al llegar la cosecha, ya no tuviera más remedio que revelarlo a su familia.

Un dato no menor, es que esta novela fue la primera de Sara Gallardo, cuando tenía veintisiete años.  No obstante, como otras de sus obras, este relato rural esperó muchos años hasta que fuera recuperado por distintos autores. En Enero, Gallardo subvierte y rebasa la tradición literaria rural de Argentina y su visión utópica del campo.

La Rosa en el viento (1970)

Su novela postula que el viento misterioso de la “existencia verdadera” se cuela amenazante “en los intersticios de los acontecimientos”, recordándonos lo precario, lo perecedero del orden que conforma nuestro alrededor y nuestra mirada.  En esta obra, todos los personajes se desplazan y emprenden viajes físicos o emocionales. Sin importar su naturaleza, todos llevan a cada uno de ellos a sitios muy distantes respecto al comienzo. 

Por un lado, Olaf, un inmigrante sueco que escapó de Italia, deviene criador de ovejas en la Patagonia junto con un periodista ruso que busca conquistar a una mujer cuya historia nos llena de destellos de historias dentro de una tierra plagada de promesas y olvidos que en verdad nunca se concretan.

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En definitiva, Sara Gallardo es una mujer muy interesante si buscamos descubrir una narrativa única que retrate panoramas típicos de Argentina, desde una mirada diferente a todos los canon de su época. Si bien no fue valorada como tal durante su vida, resulta destacable cómo pudo volcar su enorme gama de experiencias (tanto en viajes como en sus relaciones) en obras interesantes e inspiradoras. Más allá de las frases, las invitamos a seguir conociendo más de esta increíble escritora, y todo lo que nos legó. 

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