3 enseñanzas de la infancia para nuestra creatividad

Se viene el día de la niñez y quería aprovechar para hablar de lo mucho que nos pueden enseñar les niñes acerca de nuestra creatividad.

Es probable que hayas escuchado frases como “jugá con la seriedad con la que juegan los niños” o “un artista es un niño que sobrevivió”. Pero, ¿qué es lo que encierran estos decires?

Pensaba publicar sólo una frase, pero me puse a escribir un texto reflexionando sobre estos temas y sobre cómo podemos aplicar estas ideas a la escritura. Lo quiero compartir con vos. Para que las enseñanzas no queden en un like a un lindo post en redes sociales y podamos pasarlas a la acción.

Y, bueno, me emocioné y me pasé de caracteres. Así que aquí te dejo el texto completo, organizado en tres frases:

“Todo niño es un artista. El problema es cómo seguir siendo un artista una vez que se crece” (Pablo Picasso)

Empiezo con esta frase que es, probablemente, la más popular.

Asociamos al arte y a la infancia con temas similares: con el juego, la inventiva, la curiosidad e incluso con la rebeldía y la ruptura de reglas.

Si tenés niños y/o niñas cerca sabés que el juego es una parte importantísima de su desarrollo. ¿Por qué? Porque a través del juego aprendemos, ensayamos situaciones, expresamos emociones, experimentamos con lo que se nos cruza y conocemos el mundo que nos rodea.

Enseñanza número 1: podemos tomar la escritura como un juego. Que cada vez que te sientes a escribir lo hagas con la misma actitud con la que te sentarías a jugar con muñecos, autitos, cajas de cartón o barro. 

Cuando veo la actitud lúdica de mis hijas y la capacidad de inventar(se) mundos, me envuelven. Me da ganas de ser “superhéroa”, de correr, de balbucear, de dar vueltas y giros así porque sí.

Ahora, ¿por qué todo niño es un artista?

“Todo un niño es un artista porque cree ciegamente en su talento y no tiene miedo a equivocarse” (Ken Robinson)

Ya de adultos, nos corre la productividad, el hacer, el cumplir. La responsabilidad en su costado oscuro. Corremos la carrera de la profesión, del dinero, de la casa y el auto… Empieza la competitividad y, con ella, las inseguridades, el no ser suficientes, el no contar con “talento”.

Y nos olvidamos de jugar. Y nos olvidamos de las emociones. Y nos olvidamos del mundo que nos rodea.

¿Qué lugar puede tener la creatividad en este escenario?

Si hay algo que caracteriza el juego es su improductividad. La creatividad viene jugando, dedicándole tiempo absurdamente al hacer, sin las presiones que nos bloquean al ponernos resultadistas. Si nos sacamos de la cabeza el resultado final, vamos a poder disfrutar del proceso. El hacer por el hacer mismo.

Enseñanza número 2:  Escribí por escribir. Después habrá tiempo de darle una forma culturalmente aceptada.

Ahora, ¿es la creación para todas las personas por igual

La niñez es la etapa en que todos son creadores(Juana de Ibarbourou)

Termino con esta frase de la poetisa uruguaya que me sirve para decirte algo que quizá ya me oíste decir: el genio creativo no existe, son los padres.

Todas las personas tenemos la capacidad de crear, de inventar, de imaginar, de jugar. Si bien es cierto que hay herramientas y técnicas que pueden ayudarte a hacer mejor esas creaciones, no existen personas que nazcan con “un don”. Se trata de generar interés y las condiciones para que la creación pueda desarrollarse.

Enseñanza número 3:  Si hay un genio creativo, vos también lo tenés. Dale lugar en tus proyectos. 

Para cerrar, quizá el mayor desafío que tenemos en la adultez es desaprender todo eso que nos impide crear y escribir con libertad y, al menos por un rato, hacer algo “improductivo”, permitirnos el juego.

“Me llevó toda una vida aprender a pintar como un niño.” (Pablo Picasso)

Decime qué te pareció, y también contame en comentarios: ¿qué actitudes de la niña que fuiste mantenés aún hoy?

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