Cuando era chica escribía, pero después…

Cuando era chica escribía pero después

Si tenés un ratito para leerme, te quiero contar algo personal. Voy a abrir mi corazón para escribirte así que espero que lo leas de la misma manera: con el corazón abierto.

De chica escribía mucho. Y también leía un montón (mis favoritos eran “El principito”, “Alicia en el país de las maravillas, “Alicia través del espejo” y los cuentos populares rusos, herencia de mi madre). De hecho, hace un tiempo encontré unas cosas que escribía de chica: unas cartas de descargo que le hacía a mi mamá cuando me ponía celosa por alguno de mis hermanos y mis diarios íntimos, en los que desahogaba experiencias poco felices que me tocó vivir en mi infancia.

Pero después… hice el curso de ingreso a una escuela prestigiosa que me dejó poco tiempo para escribir, hacer natación y danzas, mis tres actividades favoritas. Después terminé el colegio secundario e hice un par de carreras que no eran lo mío: Ciencias biológicas y Profesional gastronómico. En eso, se alinearon una crisis existencial, vocacional, laboral y amorosa, no me quedó otra que “barajar y dar de nuevo”. Así llegué a la pintura, que me llevó al teatro, que me llevó a una licenciatura en Artes, que me llevó a la dramaturgia y, dando mil vueltas, volví tímidamente a la escritura.⠀⠀

Más allá de mi vivencia, lo que quiero decirte con esto es que ojalá no tengas que dar tantas vueltas como yo para escribir. Ojalá lo logres solo con hacerte de un cuadernito y tenerlo ahí a mano siempre que te venga en gana bajar unas palabras de la cabeza al papel (o en un archivo de notas, da igual).⠀⠀

Para mí, la escritura no es llegar a ser un best seller. Para mí, la escritura es una compañera, un refugio, un espejo en donde puedo conocerme, saber lo que pienso y lo que siento, un modo de comunicarme con otros y también la herramienta que tengo para mejorar un poco este mundo dado vuelta.

Si doy estos mini talleres gratuitos es porque tengo el deseo genuino de ayudar a más personas a estimular su caudal creativo-expresivo (que todos lo tenemos, por si alguien aún cree que “no nació” con él). En mis talleres más largos sigo la misma línea: combinar la escritura como herramienta con su poder transformador para que logres expresarte con autenticidad.

Cuando doy mis talleres focalizo en eso. No importa si estamos viendo un tema teórico-narrativo, una actividad puntual o si estamos explicando al lector modelo para tu emprendimiento. Siempre, siempre, lo hago desde este lugar de saber que la palabra es poderosa y te puede ayudar con tu proyecto. Cualquiera que sea.

Entiendo que estamos atravesando un contexto alborotado y muy particular. Tan particular que lo comparan con una distopía literaria. Por eso la oportunidad de inscribirse a tu primer curso o taller con descuento. Si querés darte el lugar para escribir, tenés este empujoncito para seguir haciéndolo

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Los hagas o no, te pido por favor que sigas abrazando a ese niño o a esa niña con tanta creatividad que fuiste y le des un lugarcito en la vida adulta que llevás hoy.⠀

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